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domingo, 28 de agosto de 2016

Crisis humanitaria o crisis empresarial

Por: Iván Prado M. 

Cuando uno ve cuerpos esqueléticos caminando por terrenales, o por las calles de los pueblos y ciudades definitivamente dice que hay una crisis humanitaria, cuando uno ve poblados enteros comiendo de la basura, cuando uno ve hospitales vacíos y escuelas vacías, uno puede decir que esta frente a una crisis humanitaria, cuando uno ve personas con los ojos desorbitados, en grupos comiendo aire y mirando a la nada, cuando uno ve cuerpos raquiticos, uno puede decir que está en presencia de una crisis humanitaria, podemos recordar, Biafra, Etiopia, Haití, o los refugiados de los países en guerra en el medio oriente, pero si ve colas largas para comprar comida, con dinero en la mano, o que llevan bolsas con productos no fundamentales, y por otro lado ve personas vendiendo a precios exorbitantes los elementos básicos de la comida como la carne y los huevos, o si ve como la economía informal de alimentos toma relevancia, entonces estamos en una situación distorsionada de la economía, tenemos que entender que el problema es de mercado, es decir, hay más demanda que oferta, los comercios o distribuidores no surten o la producción es insuficiente, entonces hay escasez, que se produce porque no hay producción en el país, y como estamos sin divisas por la brusca y fuerte baja petrolera, la escasez sale a flote, no es una crisis humanitaria como lo pregonan algunos.

Las dificultades para la compra de alimentos y medicinas siempre genera impacto, genera desesperación, incomodidad en el estilo de vida, hace que en la nevera falten algunos alimentos que suelen ser cotidianos, los carbohidratos clásicos como la harina, de trigo, maíz, azúcar o el arroz son los que más impactan en lo inmediato y son los que más se resienten porque son energía, y es alrededor de estos que se presentan los mayores problemas. En el caso de las medicinas, cuando estás acostumbrado a que estén siempre disponible en las farmacias y empiezan a escasear el impacto se siente horriblemente, y si son medicamentos de última generación para enfermedades complejas, a los que se tenía acceso con cierta facilidad la situación golpea a algunos con más fuerza.

Lamentablemente, los laboratorios que producen los medicamentos, son un cartel mundial que juega con la salud de la gente para su beneficio económico, su objeto es vender más y más, montados sobre en la esperanza y la idea de bienestar de la gente. Apuntalados en la exclusividad de sus patentes y marcas, hacen mercadeo para que se consuman medicinas como si vendieran un jugo o un carro, promocionan los medicamentos a través de los médicos y las clínicas como si fueran vendedores de caramelos para que receten unos u otros, ellos han hecho que el consumo de medicinas sea más por promoción que por necesidad, ese es un negocio internacional que mueve miles de millones y nosotros no estamos ajenos a esa influencia, aquí no se producen medicinas, además, los malos hábitos de consumo y la automedicación, poco a poco nos hacen cada vez más dependientes de pastillas, jarabes o polvos de leches de formula. Nos alivian y mejoran más por la psicología de tomar algo, que mejorar que por el efecto del medicamento en sí. Por supuesto, este hábito de consumo en un país que no tiene las divisas para pagar a estos laboratorios extranjeros tiene una dependencia económica de los laboratorios, el consumo elevado y distorsionado de las medicinas en momentos de escasez generan fallas en el abastecimiento a los pacientes que las necesitan realmente y los pacientes más críticos resienten mucho más y terriblemente la escasez, como los hipertensos, los crónicos o con cáncer.

Mucho consumo o el consumo distorsionado en época de problemas económicos del país genera que pacientes no críticos acumulen medicinas y personas con dificultades no las obtengan, esta escasez de alimentos y medicinas repentina, descoloca a las personas en cualquier sociedad, genera una lamentable incomodidad en la mayoría y sufrimiento en otros, provoca algunas víctimas, que a su vez generan alarma en la sociedad, todo esto realmente angustia y afecta a todos como en una espiral, sin embargo, de allí a tener una crisis humanitaria, hay un trecho largo, pues hay pan aunque no como de costumbre, que es distinto, este concepto definitivamente es una promoción mediática y política para desprestigiar una gestión ante la gente y generar rechazo internacional, pescando en rio revuelto.

Debemos tomar en consideración otro elemento, toda esta situación es derivada de las dificultades para comprar en otros países alimentos y medicinas por falta de divisas, porque aquí en Venezuela casi nadie produce, aquí casi todo se importa, esto también impacta en el resto de la economía, ya que sin divisas también empiezan a afectar a otros rubros como repuestos y equipos. Sin embargo, debemos tener presente que desde que la economía empezó a dejar de ser productiva en los años cuarenta y paso a ser economía petrolera, las bajas de los precios de petróleo impactan a la sociedad venezolana con la misma brusquedad que se mueven los precios del petróleo.

Históricamente cuando los precios petroleros fueron altos, las empresas venezolanas obtuvieron sus mayores crecimientos, sus mayores ventas y sus mayores ganancias. Durante el proceso revolucionario la empresa privada ha obtenido las mejores rentabilidades y ganancias de la historia de Venezuela. Tenemos que decir también, que el 95 % de las empresas venezolanas no son productivas, son comercializadoras, las mejores y mayores infraestructuras empresariales son los centros comerciales y las tiendas, no las fábricas. Las mayores fábricas son de trasnacionales que empacan, ensamblan o revenden los productos de sus casas matrices, o en el mejor de los casos combinan pocos productos nacionales con productos internacionales, esta trágica historia genera una dependencia del ingreso de divisas petroleras, que son la única fuente generadora de ingresos internacionales realmente.

Las empresas nacionales que no son comercializadoras son principalmente pequeñas industrias que son muy críticas y sensibles a los cambios en la economía. Y como no hay producción suficiente, el Estado que es el propietario de la empresa que genera divisas en el país se ve obligado a importar lo que hace falta, impactando a los pequeños productores reales, y fortaleciendo la dependencia, que a su vez es reforzado por las presiones de los tratados con los Estados Unidos y los países de Europa, que trata permanentemente de que no se proteja la producción nacional y que ponen a competir a pequeñas empresas nacionales con los grandes emporios industriales trasnacionales, que por manejar más volúmenes tienen mejores precios, la llamada economía de escalas. Y si por las presiones políticas y de los tratados como el TLC, o le ALCA, que algunos países tristemente han adoptado, entonces trabajan en derrocar gobiernos, hasta imponerse.

Existen algunas empresas que exportan producción nacional, y podríamos decir que generan algunas divisas o dólares para ser más específico, lamentablemente, estas empresas dejan sus ganancias o sus ventas en dólares en otros países o pagan regalías en dólares a empresas dueñas de marcas o patentes de los productos que producen, como los laboratorios farmacéuticos o la marca de "Harina PAN", quedando el país sin efectos positivos por esa producción. Esto ha permitido que los grupos económicos de Venezuela establezcan empresas en otros países generando mejoras en las economías locales de otros lugares. Un ejemplo muy fuerte de ello es el grupo de Empresas Polar, el cual con las divisas que les eran entregadas para la compra de materias primas, y con algunas exportaciones, usaron esos capitales para establecer empresas fuera de Venezuela, las cuales son las mismas empresas que les proveen de sus materias primas pidiendo para ello divisas al Estado para comprarlas, camuflando su verdadero objeto y estableciendo así una espiral de enriquecimiento y lavándose la cara, diciendo que no son divisas para ellos sino para otras empresas, pero peor aún, generando una espiral de extracción de recursos que debilita al país y apostando a lo que se conoce como gobiernos corporativos que trabajan en contra de las naciones y los pueblos.

Uno de los ejemplos más evidente de esta forma de acción fue la empresa Savoy, esta empresa hasta los años 90 era una empresa familiar de un Venezolano ingenioso, una empresa exitosa y de orgullo nacional a pesar de su ascendencia europea, con su famoso emblema al lado del estadio universitario de caracas, y el cual tenía como eslogan "con sabor venezolano", esa empresa tenía tres líneas de producto, dos de ellas producían chucherías y golosinas, de las más conocidas eran el "Pepito y el Tostoncito", y la tercera los chocolates, los mas llamativos como el chocolate de leche, el "Toronto", y el "Cri-cri". Savoy es comprada por el Grupo Polar, a la cabeza del Joven Lorenzo Mendoza, que asumió muy creativo el grupo empresarial con sus frescas ideas de moda como lo de las empresas globales, inyectada recientemente en sus estudios en los Estados Unidos y las experiencias de trabajo con un londinense experto en fusiones de empresas, heredero de una familia muy poderosa y vinculada históricamente los gobiernos de turno sin importar su signo político, y también vinculada a las conspiraciones contra los gobiernos nacionalistas.

El grupo Polar inmediatamente que compra la empresa Savoy, la desmembra y el sentimiento nacional lo tira a la basura, no le importa el país sino el dinero, pues vende la línea de chocolates y la marca a la trasnacional europea Nestlé, las líneas de chucherías y golosinas a Frito Lay del grupo Pepsico de los Estados Unidos, Este negocio lo hizo ver en el mundo empresarial como un socio globalizado, (aunque muy minoritario), de estos grupos y le daba el "cache", la relevancia, o el estatus de estar ahora en un nivel globalizado que estaba de moda en ese momento. Al final, se volvió un peón más del poder corporativo mundial, que baila al ritmo que le ponga el imperio del capital. De paso, puso su fortuna en varias inversiones que solo favorecen a ese poder dominante. Esto inicio a Lorenzo Mendoza junto a su familia, en el proceso de ir de ser empresarios venezolanos a empresarios sin país, sin patria, cabe resaltar que su capital financiero y de su familia ha estado más allá que en Venezuela desde 1945. Ahora explota las ventajas comparativas de producir en Venezuela, como el aprovechamiento de la energía barata y la explotación de sus recursos y sus divisas, para enriquecer y fortalecer los grandes conglomerados y corporaciones internacionales. Al final esta interesante otrora empresa nacional es ahora una parte del poder trasnacional trabajando para esquilmar el país y esto también es parte del problema de la situación actual y es un terrible ejemplo.

En general, la falta de divisas en Venezuela generó en las empresas nacionales un hueco gigante, pues están acostumbradas a que el Estado les otorgue divisas para realizar alguna actividad para el país, incluso se endeudan y han pretendido luego que el estado pague sus deudas en el exterior. Algo así como que "tu gastas y tu papá tiene que pagar las cuentas". Critican al gobierno de populista, como si fuera un crimen, por repartir la riqueza petrolera a los más pobres por medio de beneficios sociales. Como diría el importante líder y ex presidente uruguayo Pepe Mujica en marzo del 2013, "los que comen bien piensa que se gasta mucho en políticas sociales", pero no critican el reparto de la riqueza petrolera a los muy pocos y grandes grupos económicos como cuando les exoneraron el pago de sus deudas externas pagando con divisas del Estado venezolano. Peor aún, juegan y se enriquecen usando el dólar como mercancía, especulando en el mercado cambiario, y mucho peor, usan la ventaja de sus grandes capitales para devaluar la moneda de todos, (de ellos también), como herramienta política para generar crisis a los gobiernos que no les gustan y sacar ventaja de ello.

Cuando se impuso el control de cambio, luego del sabotaje a la industria petrolera, la demanda de dólares diarios en el país paso aproximadamente de 20 millones a 250 millones de 1999 a 2003, y el tan polémico control de cambio, fue el héroe del momento que detuvo la caída libre de la economía y de la moneda, y aunque generando otros problemas, como la humana y terrible corrupción o las estafas, en definitiva llego ayudando a suavizar el impacto del abuso del capital en el valor de la moneda y el poder adquisitivo de la gente, una batalla que todavía continúa, esta ofensiva política de los grandes capitales especuladores se reactivó con más fuerza en 2013 con fines políticos, cuando los precios del petróleo empezaron a caer y por medio de un marcador artificial y la promoción mediática, empezaron a establecer valores irreales del dólar y el bolívar para presionar más al gobierno y que afectarían duramente la economía hasta estos días.

Los empresarios, oportunistas en su mayoría, solo especulan con los precios de los productos que no producen para hacer fortuna, así que se generan escasez de los alimentos, medicinas y otros productos de uso diario, estableciendo la situación que tenemos hoy en día, los empresarios con su capital especulativo y parasito, en vez de establecer empresas productivas, solo se limitan a comerciar no a producir ni exportar, y sin divisas no hay comercio. Cabe señalar, que desde el punto de vista social los grandes empresarios prácticamente no se ven afectado por esta evidente crisis, ante la paralización de recepción de divisas de forma directa o indirecta a sus empresas, simplemente no tienen ni ganancias ni perdidas porque sus capitales no están en Venezuela. Los medianos "empresarios" que son en su mayoría comerciantes de productos importados, pertenecen a la clase media y media alta, los cuales son los que principalmente generan opinión y marcan tendencia mediática a través de su influencia en los medios de comunicación y redes sociales, generando alarma y haciendo propaganda política indirecta. Sin darse cuenta, se auto destruyen al trabajar para destruir la economía del país y lograr cambios políticos. Los pequeños empresarios y la población en general soportan la carga más fuerte al sufrir el efecto de la economía dado a los bajos ingresos que genera la falta de producción nacional y la baja de las exportaciones.

Podemos decir entonces que, definitivamente estamos es en presencia de una Crisis Empresarial, donde los poderosos del capital le declaran la guerra al gobierno para seguir sacándole provecho a los recursos del país, usando a los medianos y pequeños empresarios como sus soldados voluntarios e involuntarios, que son los comerciantes, los medianos y pequeños empresarios.

Fortalecer y promover la creación de empresas productivas nacionales es la solución más importante a mediano y largo plazo que debe empezar de inmediato. Una dura lección que deben aprender también los gobiernos latinoamericanos que le ponen en bandeja de plata sus empresas nacionales a las trasnacionales, que terminan absorbiéndolos con tratados tipo ALCA y TLC y sobretodo, los gobiernos progresistas que son atacados por medio de estos grupos económicos pro imperiales y pro trasnacionales.

El mejor y evidente ejemplo de ello es ver como tratan hoy algunos grupos económicos pro imperio norteamericano, para destruir al Mercosur, el brazo económico de la unión de los países del Sur para fortalecernos mutuamente, desconociendo y atacando a los gobiernos de signo contrario como Venezuela, para que hoy cumpla el rol que le corresponde según lo acordado, tal cual como en tiempos de la independencia latinoamericana el imperio español por medio de los empresarios de la época sabotearon la unión de la Gran Colombia y destruyeron a su líderes como Bolívar y San Martín.

La crisis empresarial es la base de esta guerra por el bienestar de los pueblos, de la gente, de todos.

iprado01@yahoo.com

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