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lunes, 22 de marzo de 2021

LO MILITAR EN LA CONSTRUCCIÓN COMUNAL

En términos generales, se entiende por Militar todo lo que está relacionado al quehacer de la guerra, en consecuencia, lo Militar viene a ser el calificativo que se le acuña a las organizaciones, instituciones, pensamientos, teorías, prácticas, usos, costumbres, recursos, equipos, bienes, en fin, todo lo que está vinculado con la cuestión bélica, vale decir, con el uso de la fuerza o violencia armada para que el oponente, adversario o enemigo termine asumiendo una conducta determinada.

De allí la clásica división entre lo Militar y lo Civil. En este orden de ideas, lo Civil viene a ser lo que inicialmente no es Militar. Se afirma que inicialmente, habida cuenta que la delimitación o frontera entre lo Militar y lo Civil es cada vez menos precisa o evidente.

Por ejemplo, un carro o vehículo concebido y construido para uso civil, cualquiera sea su marca u origen de fabricación, perfectamente puede adaptarse y consecuencialmente ser empleado para ejecutar una acción bélica. En efecto, dotándolo de una carga explosiva y activada ésta mediante un adecuado dispositivo, se logra generar resultados semejantes a los que produce una bomba militar lanzada por un avión militar. En este sentido, la diferencia entre el carro-bomba (civil) y la bomba lanzada por el avión (militar), reside en que un vehículo se desplaza por la tierra y el otro por el aire.

En este sentido, lo relevante no es el hecho de que los bienes o recursos concebidos y producidos para uso Civil, es decir, para finalidades distintas a la guerra, cada vez sean más utilizados en las controversias castrenses o armadas, pues, a decir verdad, tal situación siempre ha estado presente en el desarrollo de la historia de la humanidad. Lo relevante y esencialmente decisivo es que con la consolidación del Estado como herramienta de dominación de una clase social sobre las restantes que estructuran una sociedad determinada, lo Militar terminó siendo relativamente monopolizado por éste y, más propiamente, por la clase, grupo, élite o camarilla que lo gobierna, ya que, en definitiva, la fuerza militar organizada como componente constitutivo del Estado,terminan adquiriendo el carácter de éste, en tal contexto, se convierte en el instrumento principal de aseguramiento de su dominación como clase social sobre el resto de la sociedad.

En efecto, todos los Monarcas reivindicaban para sí la facultad de disponer de un "Ejército Permanente" y, subsiguientemente, designar sus mandos superiores, al tiempo que se reservaban el cargo de "Comandante en Jefe". Los Movimientos Sociales Anti-absolutistas o Anti-monárquicos inspirados fundamentalmente por el ideario Liberal lucharon a favor de la supresión o delimitación de estas prerrogativas monárquicas. Con el triunfo del Liberalismo, por tanto con la instauración del "Estado de Derecho" como modelo universal de las burguesías para la organización política de la sociedad-nación, se consolidó el criterio de la necesidad del "Ejército Permanente" en función de atender todos los asuntos de la seguridad y defensa de la nación y, en tal contexto, se estableció el "Principio de la Supremacía Civil", esto es, que la planificación, organización, financiamiento y conducción de lo Militar residía en el ámbito de lo Civil.

Por consiguiente, las burguesías que lograron ser hegemónicas en sus respectivas sociedades y ejercer así la dirección y conducción de éstas, sujetaron las instituciones castrenses al precitado "Principio de la Primacía Civil", obviamente, en el plano teórico-normativo, ya que en el plano de la realidad material dichos cuerpos o aparatos militares no cesan en su pretensión de gozar de absoluta autonomía en todo lo que le es inherente a la seguridad y defensa de la nación, con la particularidad que los límites de la seguridad y defensa también se han hecho difusos y cada vez se desdibujan más.

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