Capitulo
I
Por: Virgilio Jiménez
En
principio, toda dominación impuesta de manera arbitraria y por la fuerza sobre
otros, es negativa, tiene que ser considerada negativa; más no siempre es así,
pues existen otros tipos de imperios que vienen a resultar lo más conveniente y
positivo para la convivencia humana. Por ejemplo, ¿Que tal cuando se impone e
impera el bien sobre el mal? ¿Que tal cuando oportunamente imponemos la fuerza
sobre alguien que intentaba asesinar a otro, impidiendo esa muerte? Y ¿Que tal
cuando impera el amor sobre el odio en una sociedad? Esos también son imperios,
pero del bien, imperando la bondad sobre la maldad en las inter relaciones
humanas.
Entonces, no siempre significan
los términos, lo que a priori aceptamos como bueno, o lo rechazamos como malo,
sin analizar a profundidad su contenido.
Los imperios que hasta ahora han
existido, siempre han pretendido una supuesta superioridad de ellos sobre los
demás vivientes por ellos avasallados; y aun mucho tiempo después, cuando los
avasallados se liberan, los siguen considerando simplemente, unos inferiores
insubordinados. Mucho tiempo debe transcurrir, para que lleguen a considerarlos
al menos iguales; debido a que el tiempo como siempre, todo lo arregla y lo
pone en su lugar; razón por la cual, ha llegado el momento del fin de los
imperios de la tierra; y a este último imperio resaltante, el imperio Norte
Americano, se le puede cantar la quinta estrofa de la poesía del Presidente
Nicolás Maduro , de la República Bolivariana de Venezuela que así dice:
Porque al
imperio se le terminó el tiempo
y cual
moderna Atlántida de la faz de la tierra
se irá
huyendo,
yendo al
confín de las profundidades
junto a
“su poderío y sus inventos”
¿Y por mano de quien caerá el último imperio de este tiempo? Siempre ha surgido cuando esto ha de ocurrir, un adalid con el suficiente poder de convicción como para atraer no sólo al pueblo suyo, sino también a otros pueblos allende sus fronteras, tal como ocurrió con Miranda, con Bolívar, con Chávez, y viene ocurriendo ahora con Maduro, y ocurrirá con los sucesivos adalides, quienes seguidos serán por más naciones, hasta el gran logro de la Patria Tierra, en la unidad total, sin las imaginarias actuales lineas fronterizas. Que nadie ha visto ni verá, porque no existen.
Para que tal proeza ocurra,
comenzarán muy pronto las devoluciones territoriales a quienes desde tiempos
inmemoriales les hubieren sido arrebatados. Tales devoluciones no significarán
la pérdida de nada, sino de ganancia total; puesto que ambas naciones pasarán a
ser dueñas de la suma de los territorios de las dos; puesto que la unidad será
total, adoptando el nombre de una de las dos, o el nombre de la confederación,
hasta sumarse todas bajo un sólo gobierno, una misma unidad, una bandera y
demás símbolos patrios, pero entendiendo que vamos hacia la Patria
Tierra, con insospechadas transformaciones en cuanto al trabajo, la
formación cognitiva y la investigación tecnológica y científica; además de una
completa transformación conductual, para no creer nunca más, y menos aceptar
coloniaje imperial. Y existir sólo bajo los principios universales de la
libertad, la justicia, la unidad y el verdadero progreso, que no es otro que el
progreso común.
--
Virgilio
Jimenez
telefono:
0416. 4024183
No hay comentarios:
Publicar un comentario